Miguel S. acudió a la consulta quejándose de un dolor en la articulación sacroilíaca izquierda que se irradiaba a la nalga izquierda y a la zona lumbar inferior izquierda (dijo que el dolor parecía afectar al riñón izquierdo) tras levantar un saco de 25 kilos de pienso. Dijo que el dolor había empeorado gradualmente en las dos últimas semanas.
Visitó a su médico, que le dijo que se trataba de una distensión muscular y le recetó algunos antiinflamatorios para aliviar el dolor y la inflamación.
Su dolor disminuía mientras tomaba antiinflamatorios, pero volvía en cuanto se saltaba un comprimido.
Ligamentos de la articulación sacroilíaca
Músculos lumbares
Músculos de los glúteos
En la exploración: presentaba una prueba de "tic" positiva sobre los ligamentos de la articulación sacroilíaca izquierda, dolor a la presión, espasmo muscular en la nalga izquierda que se irradiaba a la zona lumbar inferior izquierda. Tenía dificultad para levantar la pierna izquierda y le resultaba difícil permanecer de pie durante algún tiempo.
Se realizó proloterapia en los ligamentos de la articulación sacroilíaca izquierda y su unión a las apófisis transversas L5/L4 izquierdas bajo control ecográfico. El paciente experimentó el "milagro de los tres minutos", tras el cual pudo caminar y levantar la pierna sin dolor. La semana siguiente recibió un tratamiento osteopático. Ahora dice que no tiene dolor y que tendrá más cuidado la próxima vez que levante peso o se tuerza.
Miguel provocó una lesión ligamentosa en la articulación sacroilíaca izquierda. Los músculos que cruzan la articulación, incluidos los músculos de los glúteos y los lumbares, intentaron estabilizar la articulación contrayéndose y entrando en espasmo. Se trata de un mecanismo de protección que ayuda al cuerpo a estabilizar la articulación. Sin embargo, junto con el espasmo muscular y la contractura, aparecen el dolor y la inflamación. El cuerpo se repara a sí mismo mediante un proceso llamado inflamación y tomar comprimidos antiinflamatorios es contraproducente para la curación. Una vez tratados los ligamentos inestables, el cuerpo ya no mantiene el espasmo muscular y el dolor desaparece. Es importante comprender que un tratamiento antiinflamatorio a corto plazo puede ser adecuado, pero un tratamiento a largo plazo impedirá que el cuerpo se cure.
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