Las inyecciones de plasma rico en plaquetas o PRP pueden ofrecer un gran alivio a largo plazo del dolor y los sÃntomas a las personas que padecen artritis de la articulación del pulgar. Pero no todo el PRP es igual y pagar en exceso por PRP de calidad inferior dará lugar a malos resultados.
En este artÃculo, voy a repasar lo que es el plasma rico en plaquetas, discutir cómo funciona, y revisar los datos de un ensayo controlado aleatorio que compara las inyecciones de PRP a las inyecciones de cortisona. También revisaré lo que debe tener en cuenta para no pagar de más por PRP de calidad inferior.
La artrosis del pulgar, concretamente en la articulación carpometacarpiana también conocida como articulación trapeciometacarpiana, es una causa frecuente de dolor y discapacidad. A pesar de ser una articulación muy pequeña, los sÃntomas pueden ser debilitantes. Puede restringir el movimiento del pulgar, causar debilidad e inestabilidad del pulgar y reducir la fuerza de pellizco y agarre. Todo ello hará que las actividades cotidianas resulten bastante dolorosas.
Abductor Pollicus
Abductor Pollicus Longus
ligamento colateral
Abductor Pollicis Brevis
Retináculo flexor
Y aunque las opciones de tratamiento tradicionales para la artrosis del pulgar, como los medicamentos y las férulas, pueden aliviar algo el dolor, no siempre son eficaces para tratar los sÃntomas graves. Y por eso los médicos pueden recomendar una inyección de corticosteroides en estos casos. Pero la realidad es que estas inyecciones no alivian los sÃntomas a largo plazo y, para empeorar las cosas, las inyecciones de corticosteroides pueden dañar el cartÃlago sano.
Las inyecciones de cortisona en rodillas y caderas se asocian a un empeoramiento de la artritis, asà como a una afección conocida como enfermedad articular rápidamente destructiva. Por este motivo, es esencial alejarse de las toxicidades de las inyecciones de cortisona y explorar opciones de tratamiento alternativas.
Las inyecciones de plasma rico en plaquetas pueden colmar esta laguna terapéutica. El PRP consiste en extraer sangre del paciente, separarla en capas mediante una centrifugadora y tomar la capa que contiene plaquetas y factores de crecimiento e inyectarla en la zona que causa dolor o discapacidad.
El concepto subyacente del PRP se basa en el hecho de que nuestro organismo posee una increÃble cantidad de factores de crecimiento y moléculas de señalización que pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación. Las plaquetas son una de esas moléculas que pueden activar cascadas capaces de aliviar los sÃntomas.
Las inyecciones de PRP se han estudiado ampliamente y han demostrado ser beneficiosas para muchas otras afecciones ortopédicas, pero ¿funcionan para el tratamiento de la artrosis de pulgar? Este ensayo controlado aleatorizado comparó las inyecciones intraarticulares de PRP guiadas por ecografÃa con las inyecciones de corticosteroides para el tratamiento de la artritis leve a moderada de la articulación del pulgar. Se excluyó del estudio la osteoartritis hueso sobre hueso o de grado 4.
Un total de 32 pacientes se dividieron en dos grupos: el grupo A recibió dos inyecciones de PRP y el grupo B, dos inyecciones de corticosteroides. Las segundas inyecciones de cada grupo se administraron 15 dÃas después de la primera.
El PRP del estudio consistió en una extracción de 20 ml de sangre que se concentró hasta un volumen final de 2 ml. Los autores no informaron de los recuentos o concentraciones de plaquetas, pero según mis cálculos serÃan alrededor de 3.000 millones de plaquetas. Dos inyecciones de 3.000 millones de plaquetas equivaldrÃan a unos 6.000 millones de plaquetas en total. A continuación, se evaluó a los pacientes a los 3 y 12 meses con puntuaciones analógicas visuales del dolor y un cuestionario Q-DASH.
En cuanto a las puntuaciones de dolor, ambas modalidades de tratamiento presentaron mejoras significativas a los 3 meses en comparación con sus respectivas puntuaciones previas a la intervención. A los 12 meses, el grupo de PRP siguió mostrando una mejora significativa de las puntuaciones, mientras que el grupo de esteroides obtuvo puntuaciones que prácticamente volvieron a los valores iniciales.
La evaluación funcional y de sÃntomas mediante la puntuación Q-DASH mostró resultados similares. Ambos grupos mejoraron a los 3 meses en comparación con los valores iniciales. A los 12 meses, el grupo de PRP siguió mostrando mejoras, mientras que el grupo de esteroides volvió a la situación inicial.
Los niveles de satisfacción a los 12 meses fueron significativamente superiores en el grupo de PRP en comparación con el grupo de esteroides. Casi el 70% de los pacientes se declararon satisfechos con el tratamiento PRP, frente a sólo el 13% en el grupo de esteroides.
Los autores llegan a la conclusión de que "las inyecciones de PRP mejoran significativamente el dolor y la función de la artritis leve a moderada de la articulación del pulgar tanto a medio como a largo plazo y logran resultados significativamente mejores a largo plazo en comparación con las inyecciones intraarticulares de esteroides."
Ahora traté de buscar en pubmed estudios adicionales, pero por desgracia, hay una grave falta de ensayos clÃnicos que examinan especÃficamente la eficacia de PRP en el tratamiento de la artritis de la articulación del pulgar. El único otro estudio listado en pubmed fue este estudio piloto con apenas 10 pacientes que también recibieron dos inyecciones de PRP espaciadas 4 semanas.
El PRP se obtuvo a partir de una extracción de sangre de 15 ml y se concentró hasta un volumen final de 1-2 ml, lo que produjo aproximadamente 2.000 millones de plaquetas por inyección y 4.000 millones de plaquetas en total. Aunque este estudio demostró beneficios significativos en el alivio del dolor a los 6 meses de seguimiento, no se observaron mejoras en las puntuaciones DASH.
¿Qué opino de estos estudios? Lo primero que quiero decir es que ahora mismo no hay suficientes estudios. De los dos estudios que tenemos, la gran crÃtica es que el tamaño de las muestras es pequeño, lo que dificulta sacar conclusiones generales.
No obstante, las pruebas disponibles sugieren que el PRP puede ser una opción de tratamiento eficaz para la artritis del pulgar y puede ser superior a las inyecciones de corticosteroides. Me siento cómodo al llegar a esta conclusión porque los datos son coherentes con los datos de ensayos clÃnicos para otras indicaciones que se han estudiado mucho más exhaustivamente. Se trata de la artrosis de rodilla, el codo de tenista, el codo de golfista, la fascitis plantar y la tendinopatÃa glútea.
Además, las inyecciones de PRP pueden ralentizar potencialmente la progresión de la artritis. La introducción de un gran número de plaquetas y factores de crecimiento en una articulación artrósica puede modificar el entorno interno de la articulación. En concreto, puede cambiar el entorno de un estado tóxico e inflamatorio a otro más neutro. Estudios clÃnicos realizados en pacientes con artritis de rodilla han demostrado una disminución de marcadores inflamatorios como el TNF alfa y la IL 1 beta en la articulación 6 meses después del tratamiento con PRP.
La reducción de estos marcadores inflamatorios no sólo mejora los sÃntomas, sino que también ralentiza la progresión de la artritis. Un estudio de estudio ha sugerido que las inyecciones de PRP pueden reducir la tasa de progresión de la artritis en un 50% a lo largo de 5 años en comparación con el placebo. Esto pone de relieve el prometedor potencial del PRP como tratamiento que no sólo puede ayudar a aliviar los sÃntomas, sino que también puede tener efectos modificadores de la enfermedad.
Además, los estudios recientes sobre el PRP han hecho mucho más hincapié en el recuento de plaquetas y en la relación dosis-respuesta. En realidad, este es un punto extremadamente importante que muchos médicos pasan por alto. Muchos médicos piensan que todas las inyecciones de PRP son iguales y no entienden que, al igual que con todo lo demás en medicina, existe una relación dosis-respuesta. Esto se ha estudiado ampliamente en la osteoartritis de rodilla, donde la dosis baja de PRP no es mejor que el placebo, mientras que la dosis más alta de PRP produce resultados superiores.
Mi enfoque recomendado para el tratamiento de la artritis de la articulación CMC es comenzar con una extracción de sangre de 30 ml, que normalmente proporciona aproximadamente 5-6 mil millones de plaquetas para un tratamiento. A continuación, se concentra hasta un volumen de 1 ml.
He visto excelentes resultados usando esta dosis de PRP con sÃntomas que duran hasta 1 año para pacientes con artritis leve a moderada. Incluso he visto resultados decentes con artrosis de grado 4, aunque estos pacientes tienden a necesitar inyecciones más frecuentes para controlar sus sÃntomas de forma eficaz.
¿Qué ocurre realmente cuando se desarrolla artritis en los pulgares?
Cuando se hace un uso excesivo de los fondos, como trabajar de camarera, coser y vender, agarrar excesivamente entre el Ãndice y el pulgar o escribir en el móvil, los ligamentos que sostienen los pulgares se estiran en exceso y se vuelven laxos.
El cuerpo compensa esta inestabilidad tensando los músculos que cruzan la articulación del pulgar, reduciendo asà la amplitud de movimiento y provocando dolor.
La inestabilidad de la articulación provoca gradualmente la erosión del cartÃlago articular que recubre el extremo de los huesos, y el médico diagnostica artrosis y administra antiinflamatorios, inyecciones de cortisona y férulas.
Este tratamiento es puramente sintomático y aliviará las molestias durante un breve periodo, pero no trata la causa subyacente del problema, por lo que los sÃntomas reaparecerán. Además, se producirá una mayor degeneración que puede llevar a una intervención quirúrgica.
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